Los más de 35.000 aficionados que se citaron en San Mamés para asistir al 
último partido oficial en el estadio  antes de que sea demolido, se 
despidieron de la 'La Catedral' con una ovación de cien segundos, uno 
por cada año de vida del campo.
 
 
BILBAO. Al término del encuentro,  todos los jugadores y jugadoras de
 las categorías inferiores y el resto de estamentos del club saltaron en
 formación al terreno de juego rodeando a los capitanes de ambos 
equipos, Carlos Gurpegi y Vicente Iborra.
Los dos futbolistas, acompañados por un el jugador más joven 
de la cantera rojiblanca se dirigieron al centro del campo para 
depositar un ramo de flores y el balón con el que se ha jugado el último
 partido.
Fue entonces cuando comenzó esa cerrada ovación de cien 
segundos que finalizó con gritos de 'Athletic, Athletic' y decenas de 
bufandas ondeando en las gradas.
Después, abrazos y lágrimas entre compañeros de localidad ya 
que muchos de ellos, después de años de "convivencia", se separarán en 
el nuevo campo.
AGUR SAN AMAMÉS. BETI ZUREKIN!!!
