El documento recoge medidas de obligado cumplimiento para más de 240 profesionales 
Dos personas ajenas al Ejecutivo formarán parte de la comisión sancionadora, presidida por Erkoreka
 
 
GASTEIZ. El Gobierno vasco dio
 ayer un paso más en su objetivo de minimizar la amplia brecha que 
separa hoy en día a la ciudadanía de la clase política y, por ende, de 
las instituciones. Como máximo representante de este ámbito en Euskadi, 
el Ejecutivo liderado por Iñigo Urkullu aprobó ayer un Código Ético y de
 Conducta que releva al que en la pasada legislatura elaboró el Gabinete
 López y que se mantenía vigente hasta ahora. Las conductas sancionables
 son similares, pero el verdadero salto cualitativo reside en la 
concreción de las sanciones, incluido el cese del infractor, y el 
sistema establecido por el Ejecutivo vasco para garantizar el 
cumplimiento de los enunciados.
A lo largo de 26 folios, el nuevo régimen disciplinario está 
destinado a los ocho miembros que componen el Consejo de Gobierno 
-lehendakari y consejeros-, los altos cargos, trabajadores eventuales de
 la Administración y los máximos responsables de las sociedades 
públicas, una cifra que supera las 240 personas, según datos ofrecidos 
ayer por el Gabinete Urkullu.
