La Sala Segunda del Tribunal Supremo (TS) encargada de resolver el denominado caso Ibarretxe ha concluido, por unanimidad de sus magistrados, que dialogar para resolver el conflicto vasco no es delito. Se pone punto y final a la causa, avalando plenamente el diálogo político para resolver el conflicto vasco defendido por el entonces lehendakari, Juan José Ibarretxe.
No hubo ningún voto particular, la resolución fue clara y firme en favor del diálogo político y el Tribunal Supremo archivó definitivamente la causa contra las reuniones que mantuvieron con una delegación de Batasuna el entonces jefe del Ejecutivo vasco, Juan José Ibarretxe, y los dirigentes socialistas Patxi López y Rodolfo Ares.
Aunque el Supremo estimó el recurso del Foro Ermua y Dignidad y Justicia, en el fondo de la cuestión no les da la razón. Y decide "mantener el sobreseimiento libre y archivo de la presente causa por no ser los hechos constitutivos de delito".
El proceso judicial se ha prolongado más de tres años y, por primera vez se obtuvo la imagen más buscada desde algunos medios, la de ver al Lehendakari Ibarretxe sentado en el banquillo de los acusados.
Sin embargo, con la presente sentencia, el Supremo da así la razón a la defensa de Ibarretxe que en su día manifestó su posición de continuar hasta el final del proceso para demostrar que su actuación había sido legal. Y frente aquellos que quisieron criminalizar el diálogo como una herramienta de trabajo, la sentencia supone un refuerzo de las tesis defendidas por Ibarretxe y un respaldo a todas aquellas personas que se solidarizaron con el Lehendakari y apoyaron su decisión, muchas de estas personas acompañando hasta la misma puerta del palacio de justicia en Bilbao.